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Armas nucleares

La peligrosa concesión de Trump a Kim: poner fin a los "juegos de guerra" con Corea del Sur

Entre las garantías de seguridad que ofreció el presidente de EEUU al mandatario norcoreano fue poner fin a los ejercicios militares conjuntos con Corea del Sur, algo que considera "una provocación" sumamente costosa. Sin embargo, no está claro qué paso concreto dará Kim para replicar con un gesto similar.
12 Jun 2018 – 07:37 AM EDT
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Entre las garantías de seguridad que ofreció el presidente Donald Trump a Kim Jong Un para que el régimen de Corea del Norte proceda con su desarme nuclear está poner fin a los "juegos de guerra" o ejercicios militares conjuntos con el gobierno de Seúl.

La continua realización de simulacros de guerra entre EEUU y Corea del Sur ha sido una de las razones históricas que ha dado el régimen comunista para armarse, no solo con equipo militar convencional sino con misiles balísticos y bombas nucleares.

"Bajo las circunstancias en las que estamos negociando un pacto muy integral y completo, creo que es inapropiado tener juegos de guerra... es algo que (Corea del Norte) apreció mucho", dijo Trump en la rueda de prensa que ofreció tras el encuentro con Kim.


Pese a que el presidente de Corea del Sur, Moon Jae-in, dijo que la Cumbre Kim-Trump "quedará registrada en la historia mundial como un acontecimiento que puso fin a la Guerra Fría", su oficina señaló que necesitan entender lo que implica el comentario del presidente de EEUU de poner fin a los estratégicos ejercicios militares conjuntos, una medida de disuación efectiva que ha servido de presión en momentos de alta tensión en la Península.

En todo caso, el gobierno surcoreano señaló que hay que buscar medidas para que el diálogo siga adelante en la medida que avanza la desnuclearización.

Estados Unidos posee 28,500 efectivos militares en Corea del Sur, además de un escuadrón de aviones caza. Pero el punto clave de estos "juegos de guerra" es el hecho de que se suman bombarderos y buques de guerra provenientes de bases militares estadounidenses en el Pacífico, especialmente de Guam.

Algunos de esos bombarderos tienen capacidad nuclear, es decir, pueden lanzar bombas atómicas.

En lo que es ya una típica reacción a los comentarios al aire del presidente Trump, desde Seúl las fuerzas estadounidenses desplegadas emitieron un comunicado breve indicando que no han recibido instrucciones para suspender los ejercicios.


"En coordinación con nuestros socios (de Corea del Sur) continuaremos con nuestra actual situación militar hasta que recibamos una actualización del Departamento de Defensa... y/o del Comando del Pacífico", dijo la portavoz coronel Jennifer Lovett.

Trump aseguró además que estos ejercicios militares son costosos. "Terminaremos los juegos de guerra, lo que nos ahorrará una gran cantidad de dinero", dijo a los reporteros al asegurar que se plantea "en algún punto" el retiro de los miles de efectivos.

"Quiero sacar a nuestros soldados. Quiero traer los soldados de vuelta a casa", dijo Trump. "Pero eso no es parte de la ecuación en estos momentos. Espero que lo sea eventualmente".

Con respecto al retiro de tropas, el secretario de Defensa, James Mattis, dijo el lunes que el número de efectivos militares en Corea del Sur no era parte de las negociaciones con Pyongyang.

Por años China y Corea del Norte han presionado para que sean cancelados estos simulacros de guerra y lo ponían como ejemplo de la escalada en la crisis desde mediados de 2017, lo que incluso provocó el despliegue de tres portaaviones estadounidenses en la zona de manera simultánea en la medida en que el régimen comunista proseguía con sus pruebas nucleares y de misiles balísticos, algunos capaces –en teoría– de llegar a territorio continental de EEUU.

Pese a que fueron suspendidos durante los Juegos Olímpicos de Invierno, se reanudaron en abril y mayo.


Sin embargo, la situación ha cambiado desde entonces, especialmente desde que se anunció la Cumbre y que como gesto de buena voluntad el régimen de Kim destruyó su sitio de pruebas nucleares (que según algunos observadores ya se había destruido en un ensayo) y tras la histórica visita de Kim a Corea del Sur, la primera de un mandatario norcoreano.

Aunque el fin de ejercicios militares fue anunciado por Trump, queda ver si habrá un gesto previo o posterior norcoreano, como la prometida destrucción de un sitio de prueba de misiles balísticos.

Pero lo que realmente está en juego es el desarme nuclear en la Península y este martes en Singapur no se dio a conocer ninguna hoja de ruta o cronograma para que todo este proceso se implemente.

Allí es donde está, según los expertos, la clave del éxito de este encuentro que no fue más que un acto simbólico. El camino de la desnuclearización es aún incierto.

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